martes, 12 de enero de 2010

Soy un ser extraño...

Esas fueron las palabras de una persona distinta a quien todo el mundo le debería gustar conocer.
La igualdad entre personalidades es realmente aburrida, pero no puedo concebir la idea de que a la gente le guste solo el mismo tipo de persona vacía (me refiero a los adolescentes) si tuviera la oportunidad de conocer mucha más gente distinta de las demás ya estaría siendo dichosa. Pero no se puede cambiar la mentalidad de las personas, ni quiero hacerlo; pero están esos momentos tan oportunos, en los que no puedo entender que alguien tenga un pensamiento tan distinto al propio, sobre todo en este tema de cómo es la gente.
A veces me pregunto… ¿cómo a una persona distinta, con cualidades específicas, incluso geniales, no se destaca en un grupo de pares? Sino que se la trata como a un extraño, como un intruso en una casa. ¿A qué se debe semejante ingratitud para con la maravillosa persona que puede ser distinta y (si lo dejaran) distinguirse con eso?
Todo, absolutamente todo se puede ver en un grupo de pares; y se puede sacar como conclusión que si uno no es como los demás no va a lograr ser fácilmente aceptado, o sea, para ser aceptado uno debe ser específicamente estúpido y olvidar sus cultos… no es una idea que atraiga mucho para esa persona diferente. Incluso, a veces a uno le gusta sentirse único, o especial, pero en el buen sentido.
Yo creo que una persona distinta tiene que aprovechar ese don de ser distinto, aunque es difícil encontrar amigos que te acepten con semejante distinción… creo que se pueden contar con los dedos de una sola mano a los adolescentes que no pierden tiempo con la mala música y chateando hasta que los ojos ardan de cansancio.
Pero esa persona distinta que cuando le preguntás algo te contesta con un discurso complejo y te cuenta de los millones de libros que leyó recomendándote de los mejores, es realmente adorable pensar en una de esas personas que están completamente llenas de ese algo que nadie sabe qué es, pero que llama la atención… a otra persona distinta como él, pero si es una persona vacía inmediatamente te puede mirar con una cara extraña pensando “¿De qué me estará hablando?” y al no entender ni encontrar su respuesta reacciona diciendo que esa persona especial que trata de brindar sus conocimientos que es una estúpida, que no sabe de nada.
Bueno, creo que si todos fuéramos seres extraños dejaríamos inmediatamente de serlo, no habría diferencia unos con otros, aunque no seríamos vacíos. Pero sino… ¿Dónde estaría el encanto de encontrarte con una persona distinta que increíblemente sobrepasa tu culto?
Es una idea algo romántica si pensamos eso de encontrarnos con una persona distinta, sobre todo si somos las mujeres las que encontramos ese hombre perfecto tan buscado y que encime te encante con sus comentarios inteligentes y su forma de enamorar tan especial…
Pero sinceramente no existe el hombre perfecto, nunca he encontrado todavía al rubio de ojos celestes, el típico príncipe azul, y que encima sea un ser extraño y hermoso… recorrería el mundo hasta cumplir mi sueño y encontrar a un británico con su hermoso acento inglés que tanto encandila hablándome de libros y de autores, de formas de escribir, de música e instrumentos…
Pero dejo de fantasear un rato con la persona ideal y me acerco poco a poco al final.

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