domingo, 21 de noviembre de 2010

Por siempre en mí.

Es increíble, pero de la última persona a la que me dediqué largo tiempo a hablar es la misma de la que voy a hablar en estos sumidos instantes de una mezcla de confusión-tristeza-desasosiego-dolor. Una cantidad algo impresisa de emociones que conllevan a deliberados pensamientos sobre aquella eterna amistad, hermandad, o como quiera llamarse, ya ni siquiera se si posee un nombre exacto.
Todo venía bastante bien hasta que se comenzaron a notar indirectas de su parte, indirectas que en mi correcta (o quizás algo incorrecta) inocencia tomé como bromas, pero que luego aclaró que no lo eran. Entonces, ¿qué pensar? Desde mi ingenuo punto de vista decidí seguirle la corriente. Ese fue el primer error.
Luego todo se tornó en un "romántico" clima donde cada cosa que decíamos nos llevaba a incontables imaginaciones con la otra persona. Paso a aclarar que esta conversación fue por msn.
Elos aquí el problema: tanto imaginar más el acostumbramiento a ser correctamente alagada y perseguida, buscada constantemente; que ahora que no me esta atras diciendome aquellas cosas no puedo soportarlo y le recrimino todo el tiempo cosas, me pongo celosa porque ya no puedo soportar que no me esté atras, lo necesito.
Entonces, ¿para qué me dijo todas esas cosas si luego se iba a olvidar de mi existencia? (En una exagerada cuestión)
Así es como lo siento, además de que me encante negarle cosas por el hecho de que una amistad es lo que tenemos más no otra cosa. Pero me vuelve loca que ahora no continúe insistiéndome, porque esas cosas me hacen sentir querida, casi amada y ahora no puedo vivir sin eso.
Por eso voy a intentar permanecer neutral ante todo y olvidarme de él aunque me duela en el alma, aunque vaya a extrañar demasiado sus cálidos abrazos y sus caricias, que no se pueden comparar con los de ningún otro amigo, por más que haya intentado reemplazar la falta de su presencia y de su cariño.
Otros me dicen que inconscientemente me estoy enamorando de él. Realmente no lo creo, y si es así por siempre lo voy a negar, porque jamás arruinaría la amistad que nos une, porque sinceramente no podría ser feliz si lo pierdo, y cuando estoy alejada de él , me siento muy mal, siento que me falta algo.
Siempre dice que me quiere más de lo que yo lo quiero a él, pero si leyera esto se daría cuenta de que está profundamente equivocado y de que muchas veces encabeza la lista de las personas que más quiero.
Espero que jamás me vuelva a confundir así, porque es un dolor interno muy grande el que me produce que no me esté atras diciéndome cosas lindas... Y después me dice que lo cambio por otros. Busco en otras personas las cosas que él me deja de dar.


miércoles, 25 de agosto de 2010

El camino hacia la felicidad

Gracias a la cruel advertencia de mi hermana, cruel debido al oportuno momento en que me comentó aquella petición, que, recordando momento felices, vivo con mucha mas alegría que la anterior llevada.

La confusión continúa, pero supongo que es inevitable, debido a aquellos aspectos que conforman aquella extraña amistad, aquella hermandad, aquella confusión que siempre las distintas situaciones me crean...
Se lo dije, sí. Y sin temor a nada. Pero en el momento de responder a sus preguntas, comencé a fallar, a dudar, a crear un ambiente de cuestionamiento y de enfermiza locura (tan enfermiza como el Farmville).
Lo extraño a cada rato y no sé por qué. Esto no está bien, llueve del revés.

martes, 16 de marzo de 2010

En mis sueños


20/2/10: Sueño: Las dos vidas
Primera y errónea vida: Me encontraba aparentemente en mi hogar en plena noche cerrada, no podía dormir a causa de una fiesta que se celebraba en la casa contigua. Me acerco para ver qué hacían y parecía una fiesta normal con un dejo de rareza que se sentía en el aire. En un abrir y cerrar de ojos la rareza comenzaba a notarse cuando la magia macumbé había tomado las mentes de los invitados. En ese preciso instante fue cuando comencé a huir de ese lugar pero desgraciadamente un hombre blanco algo gordo y de cara redonda y bajito me había visto.
Esa noche no pude dormir del todo tranquila. A la mañana siguiente me encontraba en el cine mirando una película de zombis bastante impresionante a decir verdad. En la salida del cine aparece el mismo señor blanco de cara redonda quien me empieza a hablar influyéndome a que me una a su grupo (debería ser el mismo de la fiesta de anoche y, de hecho, lo era). Algún impulso extraño me lleva a unirme a ese grupo al cual siempre noté muy extraño.
Todo iba bien hasta que advertí quiénes era y qué hacían. Me quise escapar pero ya era tarde: lograrían convertirme en zombi como ellos. Entonces comienza la persecución.
Puedo utilizar el poder del vuelo pero no en demasía de modo que escapar a pie podría ser un tanto más rápido, así que la escapada se daría de esas dos formas.
La persecución continúa sin hacerse más amena, de hecho, se acrecentaba cada vez más hasta llegar a un bosque donde en sus profundidades se encontraba una casa que por dentro era blanca y luminosa pero con un dejo lúgubre.
Hacía rato ya que mis persecutores no se encontraban a simple vista, de modo que pensaba que los había perdido. ¡Pero no! Ellos estaban exactamente en la misma casa con un plan diseñado exclusivamente para eliminarme.
En los recónditos lugares de aquella casa se encontraban cada uno de los integrantes del grupo (que admito que eran unos cuantos) con dos armas blancas, preferentemente cuchillas, dispuestas a aniquilarme para luego convertirme en zombi. Pude escapar bastante bien recibiendo algún que otro rasguño pero evitando las gotas de sangre a pesar de que cada uno de los negociadores de la muerte se encontraban en lugares estratégicos y bien escondidos de modo que siempre me agarraban de sorpresa sin poder ahuyentar los problemas.
Al final atravieso una cocina ya muy confiada mientras abría la puerta y se encontraba el integrante más matón de todos con dos cuchillas y un cartel que no recuerdo exactamente qué decía pero indicaba que ese era el final de mi andar. Toda esta descripción la puedo hacer de un vistazo de pocos segundos porque al instante, ya sin fuerzas para defenderme, siento el terrible dolor y ardor que ocasiona un corte profundo en la mano y el que inmovilizaba: un corte profundo en la pierna. Ya espantada por todo lo ocurrido, me limito a empujarlo y correr a más no poder con todos los dolores, rasguños y ardores que atacaban a mi ya cansado cuerpo llegando al patio de aquella mortífera casa cuando solamente observo y apenas siento en mi cuerpo como aparece mi imagen enfrentándose a la llamada de la muerto y a los ex colegas de un grupo maldito quienes me rodeaban dispuestos todos y cada uno de ellos a matarme cuando el último matón me corta a la mitad convirtiendo así cada mitad en un zombi que ningún parecido tenía conmigo y ya los negociadores de la muerte se habían convertido en zombis grises también. Esas imágenes por suerte las pude simplemente ver y apenas sentir pero eso no significaba que no me hubiera ocurrido [De hecho era mi espíritu muerto quien relataba todas estas historias…]
Segunda vida mortificada: Me volvía a encontrar en el cine, esta vez completamente sola volviendo a ver la misma terrible película de zombis pero consciente de todo lo que me podría pasar en las consiguientes horas y proponiéndome a mí misma cambiar todos los hechos sabiendo que se me había dado la oportunidad de vivir una segunda vida proponiéndome la misma complicada situación. Al salir del cine ya sabía hasta a quién iba a ver: allí se encontraba en la calle de en frente el señor blanco, gordo, bajito y su cabeza redondeada esperándome para la propuesta que llevaría a mi muerte. Su mirada parecía que sabía muy bien qué tendría que hacer, incluso reflejaba también que sabía todo lo que había pasado en mi anterior vida con el propósito de repetir el dolor de mi muerte sin la posibilidad de volver a vivir por enésima vez la misma vida para evadir tales acontecimientos.
Entonces, luego de aquellos pensamientos me decidí a salir del cine. Allí estaba el señor de cara redonda esperándome y como lo ignoro me empieza a seguir. Se acercaba a pasos acelerados de modo que empiezo a correr cuando por fortuna aparece una chica que era mi amiga y nos dirigimos tranquilamente a su casa cuando ya (al cambiar la disposición de los hechos) había perdido la vista del negociador de las muertes…

sábado, 6 de marzo de 2010

Cavilaciones


Son esos días en los que me detengo a pensar en los acontecimientos pasados; y ese día es hoy, aquí, en este momento, sintiendo el roce de la lapicera con la hoja de papel, en medio de tanto silencio y quietud.

Me detengo cavilando ahora si en que mis situaciones normales fueron dadas para que sean siempre así. A la mínima de cambio en este tipo de tesitura, el miedo se apodera de mí soberanamente. No deseo considerarme un "lobo estepario" pero admito que tengo y tuve muchas de sus características, la soledad tan sombría y a veces placentera, sentirse fuera de este mundo y parte de otro totalmente diferente, espiritual y sensible.

Espero mucho más de lo que tengo y no puedo soportar la triste situación de mi propia cotidianeidad, pero una vez que aquello cambió no resultó ser lo que pensaba, aunque fuese sólo unos pequeños y cálidos momentos, no puedo dejar de pensar en que quizás dentro de la cotidianeidad todo estuviese mejo. Dejar de tratar de cambiar mi situación a toda costa y vivir la vida que tengo ahora en estos instantes, escribiendo y leyendo sin esperar una única cosa pero añorando muchas otras, y dejar que el tiempo, el destino, el azar o quien sea decida qué cambios hacer y cómo hacerlos. Dejar el fluir el tiempo como dejo que el oleaje del mar me lleve en una plácida cama de pequeñas y reconfortantes olas.

El destino es un medio que ataña a muchas personas, pero no quiero ser parte de la multitud de siempre y olvidarme por completo de ese miedo, tengo muchos otros por los cuales fria y calculadamente preocuparme; otra vez iré contra la corriente, aunque para ello haya que bracear con ganas.

Llegó la hora, pues, de salir del ostracismo.

domingo, 28 de febrero de 2010

¡Oh proceloso! ¡Oh mar!

El cielo ardía al caer el atardecer. El mar había enclarecido en una tonalidad verdosa que contrastaba con los diversos azules del cielo y a lo lejos, un anaranjado ardiente que luego derivó a un rosa fugaz.
La blanca espuma en las orillas del proceloso revoloteaba como un pedacito de nube a causa de la ventolina por la húmeda arena. El viento frío azotaba desde el mar con un dejo salado en el aire.
El muelle se divisaba a lo lejos pero de a poco se acercaba haciéndose cada vez más grande.
Nos preguntábamos por qué nadie había llamado en busca de nuestro paradero mientras observábamos el mar en vuelta al descanso, en busca del lecho.
El aire marítimo, natural y sencillo construía una paz en el andar, despejando la mente, limpiando impurezas.
¿Qué sería de nosotros si viviéramos acá? ¿Acaso sentiríamos esta pureza de aire si la misma fuera permanente?

jueves, 4 de febrero de 2010

Y comencé a cavilar...

Qué de Eneros...
Si tan sólo pudiera revivirlos una y otra vez lo haría.
En el antaño me habría quejado todo Enero de la desgracia que todo adolescente sufrió en algún momento que se llama aburrimiento.
Este verano fue inolvidable debido a la gente que conocí, sin ellos el verano habría hecho "mutis por el foro" y me habría olvidado de él fácilmente.
Las extremas clases de Step y Mix latino ayudaron a que mi verano se viera más liviano y agradable todos los días, al principio me costó muchísimo pero luego se hizo cotidiano y placentero. Los "gritos" de aliento de las profesoras mientras que el enésimo abdominal comenzaba a doler y eso era solo el principio de un trabajo duro que cada vez se hacía más intenso en las cuentas de Rosana: "¡5..6..7.. 8 más!" Escuchar esa palabra seguida del ocho daban ganas de aniquilar a la fabulosa Rosana pero para evitar esos pensamientos pesimistas y mortuorios comenzaba a tararear de cualquier manera la canción que se escuchaba en el momento con tal de olvidar el dolor, y... ¡Eureka! ¡Daba resultado! Por unos segundos menos de dolor podría hasta cantar la canción completa si es que la conocía.
Luego de una hora de subir y bajar del step, hacer abdominales y todo tipo de "localizada del dolor" venía la legendaria clase de Mix latino en la cuál el cansacio predominaba de antemano pero jamás me redimía ante él y comenzaba la clase tranquila hasta que volvía "Miss Localizada" a arruinarme los planes de rellano mientras bailaba. Y nuevamente comenzaban los gritos de alientos que esta vuelta venían de parte de Mariela quién perpetuamente me miraba gritando "¡Dale!" cuando me detenía en los ejercicios y el dolor no cesaba.
A pesar de todo, al finalizar las dos horas de trabajo duro, salía con una sonrisa de oreja a oreja del gimnacio, sintiéndome mas segura en el camino a la felicidad, es decir, en el camino a ser "más flaca", un camino que optamos la mayoría de las mujeres y algunas llegamos, para no decir muy pocas.
"La" caminata con Juli y Ari, fue genial, creo que jamás he caminado tantas cuadras seguidas en mi vida; las "actuaciones" en lo de Juli, hechas básicamente por Ari, Car y Manu. Aquellas tardes de locura que pasaban apresuradamente y cada momento siempre era y será único, compartir nuestros escritos también fue algo para regocijarse.
Tocar la guitarra y cantar con los chicos de la JAR (algunos), ir a la casa de Gonza.
No hay mucho más que nombrar porque aquellos son los momentos inolvidables, son aquellas pequeñas cosas las que realmente constituyen un Enero de maravillas. Incluso pude olvidar el mundo de fantasía y vivir una realidad que no está tan mal, una realidad que incluso... me pudo hacer feliz.

jueves, 21 de enero de 2010

"El esplendor de antaño ya no existe, todo anuncia el final de una época"

Todas las épocas gozan de un momento de esplendor y uno de oscuridad. La mayoría de las veces suelo rescatar la oscuridad, pero creo que pasado un tiempo rescataría el esplendor de esta nueva época, o eso espero hacer.
Una nueva época se me presenta ante mis ojos luciéndose y dejándose tomar fácilmente, dejándose llevar y esta vez dejaré de ser tonta y tomaré esta época para no dejarla ir y recordarla como un momento de esplendor en mi vida.
Pocos esplendores hubo, debo admitirlo, muchas oscuridades arribaron en mí para jamás dejar de pisotearme, pero cuando pararon poco a poco intenté levantarme y seguir a pesar de todas las heridas que un pisoteo tan fuerte y largo te deja tirada en el piso un buen rato.
Traté de levantarme, pero las ayudas poco duraban. En un momento, muchas ayudas vinieron por mí y me acompañaron celebrando ese momento que daba inicio a una buena época de esplendor...
Los ángeles vinieron por mí y me dejaron volar con ellos, sentir la paz y la felicidad bien encerradas en mi alma, sin dejarlas salir por ningún motivo.
Sé que el Ángel Caído se recuperará de su caída terminal pero esta vez no estaré sola para enfrentarlo pues muchos más me acompañarán...


Dedicado a estas nuevas personas que conocí que cambiaron rotundamente mi sentido de ver la vida y me dieron esperanzas y amistad por sobre todo para seguir adelante.
A los que casi recién conozco y a los que ya conocía, a todos ustedes gracias : Julia, Manu, Ari y Car.

martes, 12 de enero de 2010

Soy un ser extraño...

Esas fueron las palabras de una persona distinta a quien todo el mundo le debería gustar conocer.
La igualdad entre personalidades es realmente aburrida, pero no puedo concebir la idea de que a la gente le guste solo el mismo tipo de persona vacía (me refiero a los adolescentes) si tuviera la oportunidad de conocer mucha más gente distinta de las demás ya estaría siendo dichosa. Pero no se puede cambiar la mentalidad de las personas, ni quiero hacerlo; pero están esos momentos tan oportunos, en los que no puedo entender que alguien tenga un pensamiento tan distinto al propio, sobre todo en este tema de cómo es la gente.
A veces me pregunto… ¿cómo a una persona distinta, con cualidades específicas, incluso geniales, no se destaca en un grupo de pares? Sino que se la trata como a un extraño, como un intruso en una casa. ¿A qué se debe semejante ingratitud para con la maravillosa persona que puede ser distinta y (si lo dejaran) distinguirse con eso?
Todo, absolutamente todo se puede ver en un grupo de pares; y se puede sacar como conclusión que si uno no es como los demás no va a lograr ser fácilmente aceptado, o sea, para ser aceptado uno debe ser específicamente estúpido y olvidar sus cultos… no es una idea que atraiga mucho para esa persona diferente. Incluso, a veces a uno le gusta sentirse único, o especial, pero en el buen sentido.
Yo creo que una persona distinta tiene que aprovechar ese don de ser distinto, aunque es difícil encontrar amigos que te acepten con semejante distinción… creo que se pueden contar con los dedos de una sola mano a los adolescentes que no pierden tiempo con la mala música y chateando hasta que los ojos ardan de cansancio.
Pero esa persona distinta que cuando le preguntás algo te contesta con un discurso complejo y te cuenta de los millones de libros que leyó recomendándote de los mejores, es realmente adorable pensar en una de esas personas que están completamente llenas de ese algo que nadie sabe qué es, pero que llama la atención… a otra persona distinta como él, pero si es una persona vacía inmediatamente te puede mirar con una cara extraña pensando “¿De qué me estará hablando?” y al no entender ni encontrar su respuesta reacciona diciendo que esa persona especial que trata de brindar sus conocimientos que es una estúpida, que no sabe de nada.
Bueno, creo que si todos fuéramos seres extraños dejaríamos inmediatamente de serlo, no habría diferencia unos con otros, aunque no seríamos vacíos. Pero sino… ¿Dónde estaría el encanto de encontrarte con una persona distinta que increíblemente sobrepasa tu culto?
Es una idea algo romántica si pensamos eso de encontrarnos con una persona distinta, sobre todo si somos las mujeres las que encontramos ese hombre perfecto tan buscado y que encime te encante con sus comentarios inteligentes y su forma de enamorar tan especial…
Pero sinceramente no existe el hombre perfecto, nunca he encontrado todavía al rubio de ojos celestes, el típico príncipe azul, y que encima sea un ser extraño y hermoso… recorrería el mundo hasta cumplir mi sueño y encontrar a un británico con su hermoso acento inglés que tanto encandila hablándome de libros y de autores, de formas de escribir, de música e instrumentos…
Pero dejo de fantasear un rato con la persona ideal y me acerco poco a poco al final.

domingo, 3 de enero de 2010

Ese remoto sentimiento llamado bronca


Creo que esto llegó a su punto límite. No puedo lidiar con cada situación, no puedo lidiar con la bronca.

Ya es demasiado estresante la situación de encontrarse sola un fin de semana en tu casa, encerrada en las cuatro sombrías paredes. Ahora bien, si por esas casualidades de la vida decido invitar a alguien para no aburrirme sola, tampoco logra una compañía porque los que se supone que eran mis amigos descansan plácidamente en sus respectivas camas, motivo por el cual no concurren a mi sombrío hogar.

Y esta es la cansadora situación de la cual ya no encuentro forma de salir. No puedo decir que no lo he intentado.

Uno dice que la vida es caerse y levantarse unas cuantas veces. Pero... si cuando te caes te pasan con un camión de remolque por encima unas mil millones de veces ¿Después cómo te levantás?

En sentido metafórico, ésta es mi situación de hoy en día.

Evitar no se puede pero enfrentarlo tampoco, las dos situaciones llevan a lo mismo: Un remoto sentimiento, más bien, un gran sentimiento de bronca.